La pausa en el camino de la vida

La vida nos obliga a través de las experiencias, a realizar pausas, que nos ponen a pensar, hacer un recuento de nuestras acciones e incluso hacer un balance de lo bueno y no tan bueno que hemos hecho, y dejado de hacer.

Entonces es factible, de mucho beneficioso el tener el control, tomar conciencia por iniciativa propia, y no porque la vida nos obligue, de lo que estamos haciendo y dónde estamos, para realizar los cambios que son importantes para nuestro crecimiento y desarrollo personal.

Eso que nos funciona, que nos hace sentir útiles, vivos, en bienestar, con felicidad, llenos de gratitud y amor, para accionar con más frecuencia, dándole lo mejor de nosotros a los demás, con humildad, siendo correctos, responsables; el bien por encima de todo, íntegros, leales, o sea, siendo nosotros mismos ante el mundo.

Hay que poner en práctica lo aprendido, y bajo esa experiencias pues ser mejores.